martes, 4 de febrero de 2014

Ovni tentacular en México

Ciudad de México
Objeto volador con apéndices que ayudan a su desplazamiento en el aire, dice el testigo Pablo Román. Captó el video el 1° de diciembre de 2013, en la colonia Acueducto de Guadalupe.






Fotogramas y filtros




Una teoría apunta que, algunos ovnis, son una perfecta combinación de tecnología con seres vivientes. ¿Ovnis biológicos?

Pablo Román vigila el cielo desde hace tres años, lo hace desde su pequeño patio en la colonia Acueducto de Guadalupe. De esta forma ha conseguido videos interesantes, como el que aquí presentamos, que muestra un objeto volador con apéndices o tentáculos.

En mi opinión, se parece al fotografiado en Cocoyoc, en 1973.



OVNI TENTACULAR DE COCOYOC

El 3 de noviembre de 1973, una familia fue testigo del paso silencioso de un ovni tentacular. Se encontraban de paseo en Cocoyoc, Morelos, y en su regreso a la Ciudad de México tuvieron el encuentro visual con el no identificado. Eran las 16:45 horas, aproximadamente, cuando la señora observó en el cielo algo que parecía un extraño helicóptero. De inmediato avisó a su esposo, que conducía el auto, y a la niñera, para que entre todos decidieran qué era aquello. Al no encontrar respuesta, el señor detuvo el auto y tomó varias fotografías.

Tres años después de su experiencia y aún sin revelar su identidad, comentó:

“Detuve el coche, me bajé y vi un objeto realmente extraño, en forma de pera, pero con su vórtice hacia abajo; y alrededor le colgaban unos cinco tentáculos. El objeto se detuvo a unos cien metros de altura, aunque no me considero bueno para calcular distancias. Daba la impresión de que nos estaba observando. Para esto, mi esposa y la niñera ya se encontraban afuera del coche y estaban viéndolo, al igual que yo.  Creo que el estado emocional de todos era entre miedo y curiosidad, lo cual provocó que mi mujer insistiera en ya nos fuéramos de ahí, mientras tanto, le pedía mi cámara fotográfica y ella me contestó gritando que estaba en la parte posterior de la camioneta, pero que lo olvidara y nos fuéramos”.



“Fui por la cámara y tomé una primera fotografía, pero entonces el objeto comenzó a alejarse. Cambié el lente normal por un telefoto y tomé dos fotografías más”.

“Debo hacer notar que parecía que los tentáculos le servían como medio de locomoción en el aire ,como si nadase, ya que los proyectaba en el sentido opuesto al cual se dirigía. Cuando observamos que se alejaba, vimos a lo lejos un segundo objeto con las mismas características del primero; se encontraba volando al ras de las copas de una hilera de árboles, y desapareció entre la maleza. Después volvimos a ver el primer objeto que había fotografiado, y notamos que iba a aterrizar, proyectando los tentáculos esta vez como patas de aterrizaje”.

“Atrás de nosotros había un puente, donde dos niños campesinos vieron este impresionante espectáculo. Y recuerdo muy bien que uno corrió hacia el objeto, que estaba a unos 200 ó 300 metros del automóvil y posado junto a un árbol. Aunque la maleza se encontraba entre el ovni y nosotros, podíamos verlo perfectamente. Me quedé unos segundos más, para ver si alguien salía, pero a esas alturas estábamos muy asustados; me subí al coche y salimos a toda prisa”.

“Era una bola con picos a los lados”, declaró la niñera.

Los negativos fueron estudiados por la Kodak, a petición del investigador Fernando J. Téllez, concluyendo que eran auténticos, sin manipulación.

Comentario personal

Cabe señalar que, ambas evidencias, se captaron casi a la misma hora.